Ricado A. Maturana impartió la conferencia titulada "Esto no es un museo: modos de ver el arte despues de internet" donde expuso los que considera son los ejes de reflexión a la hora de ver el arte en una época de digitalización masiva y acelerada.
Ricardo A. Maturana rememoró y citó a Paul Valèry que en su momento publicó “la conquista de la ubicuidad”. Consideraba allí que “el pasmoso crecimiento de nuestros medios (…) nos garantizan cambios muy próximos y hondos en la antigua industria de lo Bello” y, a propósito de esos cambios, anticipaba una sociedad para la distribución de “Realidad Sensible a domicilio”, algo nunca soñado antes y en la que llegarían a nuestras casas "imágenes visuales o auditivas que nazcan y se desvanezcan al menor gesto, casi un signo". En ese mundo el espacio y el tiempo, la distancia y la duración se verían abolidos. Valèry específicamente, hablaba de “hacer presente” una obra en cualquier parte y de “recuperar a voluntad” cualquier obra.
Ricardo expuso como la generalización de la Inteligencia Artificial y de las tecnologías cognitivas está permitiendo desarrollar una original simbiosis entre lo que saben las personas y, en un ambiente tecnológico cada vez más semánticamente consciente, lo que manejan y son capaces de interpretar nuestros sistemas, dando como resultado, en el caso de los museos, una narrativa cada vez más variada, profunda, personalizada y rica. En la práctica, la transformación tecnológica de los museos actúa como palanca para su transformación cultural.
Rescatando las reflexiones de Walter Benjamin sobre “La obra de arte en la época de su reproducción mecánica”, Ricardo apuntó la necesidad de que los Museos establecieran nuevas conversaciones interesantes con sus diversos públicos, generaran una experiencia digital genuina, establecieran marcos de cooperación e integración preservando la autoridad y la identidad de cada institución o museo, volvieran a ser parte de la actualidad y permitieran al público interrogar su conocimiento y su belleza a tenor de sus intenciones e intereses.
Defendió la idea de que la tecnología intersecta con el arte para hacer posible estos nuevos horizontes y escenarios, y abre nuevos servicios y nuevos espacios de conversación con diversos públicos. Los datos al servicio de intereses educativos, culturales, turísticos, artísticos. La tecnología como habilitador y como marco de nuevas posibilidades, como un artefacto que no es neutro sino que condiciona y abre nuevas posibilidades de mirar, aprehender y conversar con el arte, tejiendo de forma más intensa la unión entre el pasado y el presente, y pudiendo hacer visibles detalles donde el gesto del trazo del autor se conecta con la mirada ampliada y mejorada por una tecnología democratizadora y cada vez más universal.
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