Os proponemos en esta ocasión revisar esta muy interesante entrevista realizada a Ramón López de Mántaras, director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA) del CSIC y uno de los pioneros en la investigación en Inteligencia Artificial en España.
La entrevista se realizó con motivo de su participación en el encuentro "El futuro de la inteligencia artificial", celebrado en febrero de este año, 2018, en La Casa Encendida y coordinado por Le Monde diplomatique en español y Fundación Mondiplo.
En sus albores, todas las tecnologías que proponen una ruptura brusca con los modos de producir y hacer generan expectativas y temores más o menos exagerados o fantasiosos. Por un lado, sus efectos beneficiosos y aplicaciones tienden a sobrevenderse y, por otro, se crea un ambiente sobreexcitado alrededor de los riesgos y peligros que se entrevén, lo que con frecuencia deriva en la no comprensión real de los mismos. La literatura y el cine han producido obras excelentes e inspiradoras que dan cuenta de este estado de cosas. La electricidad no puede devolver los cuerpos a la vida, como suponía Mary Shelley cuando imaginó el mito de Frankenstein, el moderno Prometeo y Hal, el resentido ordenador central de la nave de 2001 es posiblemente una construcción imposible.
Ramón López de Mántaras señala en este video que lo que denominamos Inteligencia Artificial en muchas ocasiones solo es el resultado inteligente de un programa capaz de resolver una sola clase de problemas, como ocurre por ejemplo con las máquinas que pueden jugar con éxito al ajedrez contra contrincantes humanos. Pero los resultados que simulan inteligencia no pueden confundirse con comportamientos inteligentes, como el aprendizaje o el conjunto de facultades y capacidades que de manera conjunta operan para producir lo que conocemos como Inteligencia General Humana. Estamos lejos todavía de producir máquinas que operen con sentido común, es decir, interpretando y dando sentido a un conjunto muy vasto de información, pero igualmente muy incompleto, como hacemos todas las personas de manera cotidiana.
Gartner ha denominado a uno de sus productos de anticipación estrella Hype Cycle of...la tecnología o conjunto de tecnologías de que se traten. El Hyperbolic o Hype Cyclo of Emerging Technologies publicado en julio de 2018 se ocupa, al igual que nuestro entrevistado, de las enorme promesas que los mercados anticipan alrededor de los desarrollos de inteligencia artificial. En un artículo del mencionado informe firmado por Tom Austin podemos leer: “La inteligencia artificial general (Artificial General Intelligence, AGI por sus siglas en inglés), también conocida como "inteligencia artificial fuerte" e "inteligencia de máquinas de propósito general", podría manejar una amplia gama de casos de uso, si existiera. No es así, aunque es un tema popular de la ciencia ficción. Las tecnologías actuales de inteligencia artificial no proporcionan inteligencia general artificial. Estas tecnologías, a pesar de que parecen estar dotadas de las capacidades humanas de aprender, razonar y adaptarse, carecen de sentido común, inteligencia y medios de auto mantenimiento y reproducción. La Inteligencia artificial de propósito especial - "IA débil" - existe, pero solo para casos de uso específicos y limitados”
Considera que hay empresas como DeepMind (propiedad de Google), OpenAI y Vicarious, que están haciendo investigación básica en este campo, pero que el estado de la tecnología es embrionario y que con seguridad no veremos ningún resultado aplicable en los próximos 10 años.
Gartner piensa que cuando surja algo en este campo, probablemente será el resultado de la agregación y combinación de proyectos de inteligencia artificial de propósito específico, y a propósito de esto concluye: “Es probable que sus beneficios sean enormes. Pero algunas de las implicaciones económicas, sociales y políticas serán perturbadoras y probablemente no todas positivas”.
Ramón López de Mántaras aborda también en esta entrevista sobre los desafíos éticos, sociales y políticos inherentes a la aplicación de programas de inteligencia artificial en diferentes espacios de producción y de la vida social, desde el diagnóstico médico hasta la detección del fraude, la asignación de un nivel de riesgo bancario o la conducción inteligente. La conclusión es sencilla: las tecnologías no son buenas o males en sí mismas, además su progreso es inevitable; es asunto nuestro el hacer de ellas algo útil para nosotros, que finalmente sea la condición para una vida más abundante y feliz. Las tecnologías de la era industrial no provocaron el Holocausto, pero sin ellas la siniestra industrialización del asesinato no hubiera sido posible. Lo relevante, por tanto, es dotar de una intención adecuada a nuestras decisiones y eso será siempre un asunto nuestro, no de la tecnología.
Desde un punto de vista social, López de Mántaras señala algo que a menudo se olvida: que el progreso tecnológico genera más empleo que el que destruye, sólo que lo desplaza a otro nivel, habitualmente más exigente desde un punto de vista cognitivo. En ese desplazamiento y en el desigual reparto entre los diferentes grupos sociales de las ventajas y amenazas que ello supone, es posible que podamos encontrar el origen de muchos de los miedos contemporáneos, que están sacudiendo la arena política global. Sin duda, la organización de la participación de todos en este proceso de transformación del trabajo, la producción y los procesos sociales supondrá un enorme desafío para nuestros sistemas políticos y educativos.
Espero que disfruten de la entrevista.
]]>Los sandwiches del EME han permanecido idénticos a sí mismos desde el día en el que salió el primero de la línea de montaje y, para ser sinceros, sus fieles no toleraríamos ninguna variación. Por supuesto, desde las más tempranas edades introducimos a nuestros niños en esta práctica glotona, que además genera adicción. En general, se hace esto sin ningún género de culpa y con cierta satisfacción, por lo que puede decirse que la ingesta de esta clase de sandwiches ha pasado a ser parte de la genética de los bilbaínos, algo tan del botxo como ser del Athletic.
Es difícil expresar la mezcla de ansiedad y esperanza con la que un padre de Bilbao espera el resultado del primer bocado que da su retoño a uno de estos triángulos, y la cara de satisfacción que pone cuando su niño refleja en su rostro angelical que sí, que este será para siempre el sandwich de su vida. Un padre o una madre de Bilbao sabe que será así, sin ninguna clase de dudas. Desde luego, a nadie se le ocurre, o al menos yo no conozco a nadie, que el resultado de este, por lo general muy temprano, rito de iniciación pueda arrojar un resultado diferente. Sencillamente, semejante posibilidad no está en la hoja de ruta de nadie de Bilbao, del mismo modo que nadie allí considera seriamente que sus vástagos puedan llevar en su corazón a otro equipo de fútbol que el Athletic.
No se conoce, sin embargo, muchos casos en los que algún bilbaíno haya llevado esta clase de bocadillos a San Mamés. No están pensados para ello. Pero muchos son los que encargan una buena bandeja para disfrutar de ellos desde casa, viendo el partido del Athletic en el plus. Si además, esa tarde gana el Athletic, un bilbaíno de pro habrá conectado dos de las más profundas experiencias que gobiernan su visión del mundo. El resultado es el que cualquiera podría prever: el EME tiene cantera para rato.
Las madres y padres de Bilbao no se han empeñado, por lo general, en descubrir la receta del EME. Probablemente, porque en su ser más interior, en el caso de que exista semejante cosa, consideraban que el resultado no hubiera merecido la pena. Según creo, esta es la hipótesis más razonable; no puedo tomar en consideración el que alguien de Bilbao no se vea capaz de descubrir la receta del EME, en el caso de quisiera hacerlo. Al fin y al cabo, y sólo en los últimos 15 años, han construido el mejor metro del mundo o el mejor museo de arte contemporáneo, por poner sólo dos ejemplos de algo a lo que en Bilbao, por lo general, no se le concede una importancia especial. Supongo que los bilbaínos hemos preferido preservar y transmitir esta experiencia original, antes que reproducirla, y quizá banalizarla, en nuestras casas.
El sandwich casero de Bilbao, el sandwich por excelencia, ha sido siempre uno de pan Bimbo, mahonesa, jamón York y lechuga. Para los niños del Bilbao de los 60, cenar esta clase de emparedados era ya una fiesta que anticipaba, mantenía viva y hacía anhelar la experiencia superior del sandwich por antonomasia, el momento en el que tendríamos la oportunidad de llevarnos al coleto el verdadero sandwich, el sandwich platónico, la Idea de sandwich misma que no era otro que el del EME. Por supuesto, nadie de Bilbao ha considerado seriamente que pueda haber en ningún lugar del mundo un sandwich mejor. Y, de hecho, probablemente no lo hay (yo he sometido a prueba empírica esta conjetura llevando siempre a mis amigos más internacionales y/o extranjeros al EME con el mismo resultado: es verdad, probablemente se trate del mejor sandwich del mundo)
En realidad, los sandwiches son muy sencillos, según se sigue de los ingredientes "oficiales" de su famoso triángulo:
(Fuente de la imagen: Flicker de Joselu Blanco).
El pan es casero y resulta de verdad especial, pero la salsa secreta es el corazón del asunto. Se ufanan en el EME, en su página web, de que esta salsa roja, que se ha transmitido por vía familiar desde que Emeterio Arnáez fundara el Bar hace más de 50 años, "jamás ha podido ser copiada". Y los bilbaínos nos sentimos muy satisfechos de ello: no podemos resignarnos a que esto se se convierta en una experiencia global y tal vez algo vulgar; no nos podemos imaginar que se extienda hasta llegar a ser una experiencia no específicamente de Bilbao; no nos podemos resignar a la macdonalización del triángulo del EME.
Circulan, sin embargo por internet algunas recetas de esa salsa. Y ello porque, según alguna leyenda urbana, en cierta ocasión un camarero resentido la colgó después de haber pasado una temporadita por allí. Naturalmente, la gente de Bilbao no se toma en serio estas cosas y no les da la más mínima importancia. Saben que deberán, por una u otra razón, ir al EME y embadurnarse las manos de grasa o bien ir al EME y llevarse una bandeja a casa, para revivir una vez más la verdadera experiencia de comer el que, probablemente, es el mejor sandwich del mundo. Pero el hecho cierto es que circulan recetas por intenet.
A mí, particularmente, me ha enviado una por correo mi hermano, pero se parece en todo a esta que veo en Botxo Folies. Según todas estas fuentes, y otras que se pueden visitar si se intenta en Google la búsqueda "receta del EME", ésta que a continuación se ofrece sería la receta "pública y ya publicada" de la "salsa secreta" y del sandwich en su conjunto:
Ingredientes:
1 BOTE DE PIMIENTOS ROJOS
2 DIENTES DE AJO
3 ó 4 CUCHARADAS DE TOMATE CONCENTRADO
3 HUEVOS COCIDOS
TABASCO
SAL
AGUA
MAHONESA
LECHE
PAN DE MOLDE DE TAHONA
JAMON COCIDO CORTADO EN LONCHAS GRUESAS DE PRIMERA CALIDAD
LECHUGA
ANCHOAS EN SALAZÓN.
El modo de preparación de la misma es como sigue:
Se fríen en un cazo los ajos con una cantidad normal de aceite y cuando están dorados se añaden los pimientos, además de la cantidad de agua que quepa en el bote de estos, junto con los huevos cocidos troceados, el tomate concentrado y las anchoas. Si no se dispone de tomate concentrado, puede añadirse tomate frito hecho en casa en cantidades bastante más generosas.
Se cuece esta mezcla tapada durante 20-30 minutos, según el fuego, hasta que casi se haya evaporado toda el agua. A continuación se pasa por la batidora y se añade el tabasco y la sal al gusto (no es conveniente quedarse corto con el tabasco -ni tampoco largo-, porque aquí radica parte de la gracia del asunto; alternativamente, y si se tiene preparado, se puede añadir al principio, a la hora de freir los ajos, aceite picante, de la que podemos tener preparada con ajos y guindillas)
Una de las tapas del sándwich se unta con esta salsa y la otra con mayonesa, que habremos licuado previamente -bastante- añadiendo un poco de leche. Se deja empapar bien el pan y se le añade una loncha gruesa de jamón cocido de primera calidad y la lechuga, muy limpia y muy seca .
Bien. Yo lo he hecho. He intentado hacer en mi casa el sandwich del EME siguiendo estos pasos. Lo he intentado utilizando el pan de la Primi, una panadería de Logroño que no tiene web, pero que hace todo su pan en un horno de leña de verdad y que, además, elabora un pan de molde a la antigua, de dimensiones descomunales, extraordinario. Antes había en Bilbao, an la calle Ledesma, una panadería, Iturbe, que hacía un pan de molde que hubiera podido servir. El caso es que no lo he logrado. No es que el resultado haya sido malo, al contrario, pero no he podido reproducir la experiencia en sí. En fin, se me ocurre que un saludito de mostaza de Dijon en polvo podría ir bien, pero...no quiero entregarme a conjeturas melancólicas porque, en realidad, prefiero que sea así. Si quieren comer el verdadero sandwich vayan al EME; ahora bien, para los que no están en Bilbao o Bilbao les pilla muy lejos, esta receta les puede aproximar mucho, mucho a eso que se siente allí. Inténtenlo. No se sentirán defraudados.
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