¿Qué estaba en juego en las elecciones del 20D de 2015?

En griego, alezeia significa verdad y leze olvido. Con esta ecuación, la verdad es aquello que se recuerda, que no se ha olvidado. En otras palabras, la verdad significa memoria.

Desafortunadamente, la mayoría de las campañas electorales - sobre todo cuando la gestión al frente de un gobierno ha sido mala - no se basan en la memoria sino en el olvido. Así pues, en España, observamos, leímos y escuchamos a través de los medios de comunicación, una agenda de bajo perfil político poco antes de los comicios electorales. Esto es, 3 o 4 temas principales a partir de los cuales se intenta cerrar la agenda pública (aquello que se habla en los bares, las calles y las casas). El objetivo de los partidos políticos y medios de comunicación (estos últimos muy vinculados a los primeros en un sistema mediático como el español) no es tanto cambiar la opinión del lector, sino condicionar los temas sobre los que hablan.

La cuestión catalana, el terrorismo y la "recuperación" económica fueron los temas más repetidos en la prensa y la televisión, sobre todo en TVE y los grupos mediáticos afines a la derecha económica. Los barómetros electorales reflejaron esta tendencia. Con esta agenda política gana la derecha: mantenimiento del Partido Popular y subida importante de Ciudadanos. El miedo y el temor a perder orden y seguridad son temas que tradicionalmente ha beneficiado la ideología más conservadora y que pueden arrasatrar muchos votos, siempre y cuando se sepa canalizar a través de una eficaz y coordinada estrategia comunicativa. 

Las tarjetas Black, la corrupción, los desahucios, los recortes en servicios públicos, la subida del paro, la pobreza y la desigualdad... Estos eran, en cambio, los temas que catapultaron a Podemos hasta la primera posición, lugar que ocupó prácticamente desde noviembre de 2014 hasta abril de 2015, según el barómetro electoral de Metroscopia.

En última instancia, ¿Votaron los españoles en función de la memoria de corto plazo valorando los últimos meses de terrorismo y cuestión catalana? ¿O pusieron en la balanza los 4 años de M. Rajoy?

La memoría (condicionada por las agendas políticas) estuvo en juego, como también lo estará en las próximas elecciones catalanas del 21D. ¿Habrá cástigo por la aplicación del artículo 155? ¿Por la DUI? ¿O se valorarán los últimos años de gobierno y oposición en la Generalitat?