Aprender puede y debe ser divertido.Esto no es sólo desde una posición moral, sino desde una científica también. Ya que cuando uno aprende algo nuevo, o se sorprende por algo, hay una especie de inyección en el cerebro de un mensajero químico llamado dopamina. Esta ya es famosa entre los neurocientíficos por estar involucrada en el sistema de recompensa y motivación del cerebro.El problema con los sistemas educativos de hoy en día es que no se centran en lo nuevo, en la sorpresa, que es lo que el cerebro está acostumbrado evolutivamente a premiar con dopamina. Sino que los sistemas se centran en lo que está bien y lo que está mal, y se castiga a quien se equivoca, por lo que es todo tan estructurado que el ...